Las mujeres con cambios fibroquísticos de la mama tienen mamas grumosos y sensibles. Estos cambios ocurren más frecuentemente durante el período menstrual de la mujer.
Los cambios fibroquisticos de la mama no son una enfermedad y no aumentan el riesgo de cáncer.
Sin embargo, si usted siente una masa (protuberancia), debe ser evaluada. Los cambios fibroquisticos de la mama son comunes.
Mama Normal
La mama está formada por glándulas, grasa, y el tejido fibroso. Cada seno contiene 15–20 secciones, llamados lóbulos. Cada lóbulo tiene muchos lobulillos, más pequeños. Los lobulillos acaban en las docenas de glándulas diminutas que pueden producir la leche. Los lóbulos, lobulillos, y glándulas se unen por medio de tubos delgados, los conductos.
Las mamas responden a los cambios en los niveles de las hormonas progesterona y estrógeno. Estos niveles hormonales cambian durante su ciclo menstrual. También cambian durante el embarazo, lactancia, y menopausia.
Pueden ocurrir cambios frente al uso de hormonas, como:
• Pastillas anticonceptivas
• Implantes
• Inyecciones
• Terapia de reemplazo hormonal (TH)
Las hormonas causan un cambio en la cantidad y retención de líquido de la mama. Esto puede hacer que las áreas fibrosas en ella se vuelvan más dolorosas o sensibles.
Los cambios fibroquísticos de la mama son benignos (no cáncer). Los cambios fibroquísticos provocan que la mama se vuelva grumoso, con tejido engrosado e inflamación.
Estos cambios son más comunes durante la edad fértil de la mujer.
El dolor en la mama puede ocurrir en cualquier momento de su ciclo, sin embargo, las masas del seno pueden volverse más grandes o más sensibles cerca del período menstrual.
Los cambios fibroquísticos de la mama pueden ocurrir también después de la menopausia, en mujeres con TH.
• Dolor
• Ardor o sensación de quemadura
• Prurito o picazón
Una mama puede doler más que el otra. Cualquier descarga del pezón debe ser evaluada por su doctor. Una descarga clara, blanca, cremosa, o verde del pezón puede ocurrir de vez en cuando. La descarga sangrienta (roja) debe ser evaluada de inmediato.
Si la mujer sufre de cambios fibroquísticos, debe de asegurarse de cómo sus mamas se sienten normalmente. Esto ayudará a detectar cualquier nuevo cambio. Los cambios de la mama pueden encontrase por exámenes del seno:
• Autoexamen mamario
• El exámen por el compañero
• El exámen por el médico.
Observar:
El auto exámen siempre debe hacerse bajo buena luz. Párese o siéntese delante de un espejo.
Coloque sus brazos a los lados. Busque depresiones o cavidades, arrugas, o enrojecimiento de la piel , descarga de los pezones, o cambios en tamaño o en su forma de la mama.
Sentir:
Acuéstese con su espalda plana. Ponga una toalla doblada o una almohada bajo su hombro izquierdo.
Ponga su mano izquierda bajo o encima de su cabeza. También puede sentirse los cambios mientras usted está de pie, mientras observa.
Con su mano derecha, manteniendo los dedos juntos, suavemente sienta su mama izquierda, sin apretar demasiado. Use uno de los tres métodos mostrado aquí. Entonces baje su brazo derecho y haga el examen en laotra mama.
Las cosas que debe preguntar y decirle a su médico:
¿Ha tenido usted algún problema en el seno?
¿Ha tenido usted una aspiración o biopsia del seno en el pasado?
¿Tiene usted tiene antecedentes familiares de cáncer de mama?
¿Quién y cuándo?
¿Tiene usted implantes mamarios?
¿Cuándo fue su última mamografía?
¿Cuál es su fecha de última menstruación?
¿Está usted embarazada o amamantando?
¿Qué medicamentos está usted tomando?
¿Cuándo encontró usted la masa?
¿Qué tamaño es la masa?
¿Se ha puesto más pequeño o más grande?
¿Cómo se siente la masa?
¿Es dura, suave, dolorosa, o elástico?
¿Dónde está la masa?
¿Tiene usted cualquier descarga del pezón?
¿En ese caso, qué color es?
Usted o su doctor no pueden decir si una masa es cancerosa sólo por tocarla. Su doctor puede pedir una mamografía, ultrasonido (Ecotomografía), o biopsia para excluir el cáncer.
A menudo, más de uno de estos exámenes se usarán.
Si un quiste es encontrado , su doctor puede sugerir que se practique una aspiración con aguja.
Esto drena el líquido del quiste con una aguja y una jeringa. Si el líquido no es sanguinolento y el quiste desaparece, es probable que ningún otro exámen se necesite.
Si no se obtiene liquido, otras pruebas diagnósticas o una biopsia pueden ser necesarias.
Usted puede necesitar exámenes en forma más frecuente, dependiendo de los resultados de estos.